El escritor dentro de mi se salio unos minutos a respirar aire fresco, ese pequeño (microscópico diria yo) ente del cual provienen mis mas finas y proverbias letras, ese que peca de soberbia a la hora de criticar textos ajenos cuando en realidad apenas conoce el alfabeto completo (sin Ñ por que el wey usa una compu gringa). Él, viste de traje armani o similar mientras sostiene irreverentemente una copa de cristal cortado llena de champagne. Es un comediante sofisticado que me susurra al oido chistes fríos que nadie mas entiende, es él quien piropea cotidianamente sintiendose merecedor de semejante lenguaje sucio. Él se siente tocado por dios. Él, a veces me cae mal.