El rumor me daba vueltas en mi cabeza como si se trtara de una jaqueca, todo gracias a la llamada oportuna de un amigo, trataba de poner atencion en la junta pero mi cerebro volatil y mi falta de voluntad momentanea para aprehender cuanquier cosa relacionada con el trabajo culminaba en un largo bostezo que reflejaba mi estado de "no me acuerdo como llegue aqui pero ya me quiero largar!!!", la ausente pedagogia en la exposicion de un seudoherudito especializado en un tema que ya no recuerdo cual es, aunado al mediocre material didactico rsultaban en algo indigno hasta para una escuela de nivel prescolar. Mientras mi cuerpo acentaba con la cabeza cada enunciado del orador ahi presente mi mente ya estaba dentro de un bar de la condesa con una cerveza en la mano. Despues de una persecucion por sexoservidoras transexuales, una gringa de pastor, la busqueda de un bar que es invisible para los que no estan inn (al mero estilo de Howards) , un viaje inecesario hasta calzada de tlalpan, un cadenero bastante malo para engañar a la gente, y aproximadamente cuatro horas y media despues... mi cuerpo y mi mente se conjuntaban una vez mas en... (chanchanchanchaaan)... El Bar Leonor.
Provisto de una Arquitectura no tan original que hace reminisencia al desaparecido Go Go Launge polanco y al tan de moda Imperial condesa. El Leonor goza de una muy buena seleccion musical, una barra nada accesible, unos gorilas de seguridad que se te pegan como Puyol del Barcelona, un espejo al fondo que mi acompañante juraba que lo que se veia era la terraza para fumadores, una asistencia muy heterogenea bastante bien vestida y por bien vestida quiero decir mal vestida, y la presencia por unica ocasion (redoble de tambores) de un integrantes de los "demaciadosdiyeis".... en fin, en general es bastande recomendable para chelear un miercoles por la noche.